Rayon vert à Madagascar en 2001
(d'après document Astronomical Tours)
Un verdadero regalo de Navidad: ¡la fotografia del rayo verde en la televisión francesa!
(texto español en la secunda parte del articulo)
Un vrai cadeau de Noël! Le soir du 25 décembre dernier, France 3, au cours de l'émission Des racines et des ailes, a montré la photographie d'un phénomène astronomique magique, le rayon vert. On peut le voir le matin ou le soir, dans un ciel pur: c'est le premier ou le dernier rayon du soleil; mais il n'est visible que rarement, pour un instant fugace. Jules Verne avait fait de la quête du Rayon Vert sur les côtes d'Écosse le sujet d'un roman.
J'ai parlé de cette photo émouvante avec el Chilam Balam que cela a fort intéressé, parce que, m'a-t-il appris, son auteur favori, le mayaniste yucatèque José Díaz Bolio (1906-1998), avait suggéré, à propos du serpent à sonnettes emblème de la lumière, que le rayon vert était peut-être à l'origine du fait que les Mayas considéraient le jade et la turquoise comme "des pierres précieuses, parce qu'elles sont vertes, symboles de régénération".
El Chilam Balam a consacré à nos échanges sur le rayon vert un article intitulé "pourquoi le jade est une pierre précieuse chez les Mayas". Il y souligne aussi que dans son ouvrage sur l'origine de l'art maya (Origen del arte maya), José Díaz Bolio évoque le Monolithe de Tuxpan, au sommet de l'angle duquel est un petit trou circulaire dans lequel aurait été à l'origine monté un jade. Selon l'interprétation de Díaz Bolio, le monolithe représente le Soleil descendant, l'angle le rayon solaire, et le jade (qui pointe vers le haut) "figure le dernier rayon de lumière solaire, puisque quand on contemple le coucher du soleil au Yucatán, et quand celui-ci plonge dans la mer, l'éclat ultime est de couleur verte". El Chilam Balam rappelle qu'en effet les Mayas étaient de fervents adorateurs du Soleil et le connaissaient comme personne: la divinité solaire donnait donc leur valeur aux éléments en rapport avec elle.
El Chilam Balam évoque ensuite dans son article ma propre vision télévisuelle du rayon vert, ce soir de Noël. En effet, dans l'excellente émission de Patrick de Carolis, des astronomes amateurs ont vu le rayon vert de leur poste d'observation, derrière une montagne, au lever du soleil.
Dans le massif sauvage du Queyras, au-dessus de Saint-Véran, l'un des plus hauts villages d'Europe, des passionnés d'astronomie scrutent les étoiles d'un observatoire qui a longtemps servi au CNRS, et qui est maintenant destiné aux amateurs. Le caméraman du reportage les a filmés d'abord dans leur observatoire, puis, au petit matin (qui est pour eux la fin de la journée), face à la montagne, brandissant leurs appareils photo: à ce moment-là, leur plaisir est d'observer le lever du soleil, pour distinguer les différentes couleurs des rayons.
Il y en a de bleus, et cela est extraordinaire, car on ne peut l'observer qu'à la montagne. Il y en a de blancs et ensuite de jaunes… Mais parfois, rarement, ils parviennent à voir le rayon vert, le premier, le plus fugitif. Et le programme a montré alors une de leurs photos du phénomène: un halo elliptique d'un vert intense avec un centre pâle qui apparaissait au sommet de la montagne. Un instant magique fixé à jamais. Jules Verne parle d'un vert "d'une extrême intensité comme s'il eut été peint avec de l'émeraude liquide". En voyant la photo, cela m'a paru exact… Mais en relisant le texte de Jules Verne à la lumière de l'article d'El Chilam Balam, j'y ai retrouvé cette expression, qui m'avait échappé la première fois, et qui est encore plus adaptée: "cette incomparable teinte de jade liquide"…
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¡Un verdadero regalo de Navidad! En la noche del miércoles 25 de diciembre, la televisión publica francesa France3TV mostró la fotografía de uno fenómeno astronómico mágico, el rayo verde del Sol. El rayo verde se puede ver en un corto momento sea al amanecer sea al anochecer en un cielo puro: es el primero o el ultimo rayo del Sol.
El escritor francés Jules Verne hace de la búsqueda de este fenómeno el tema de su novela El Rayo Verde (Le Rayon Vert). En la novela, el rayo esta un revelador de la sinceridad. Los protagonistas buscan la luz excepcional del instante magico al horizonte del Oceano al anochecer en todos los puntos de la costa de Escocia… En el excelente programa de television de Patrick de Carolis Raíces y alas (Des Racines et des ailes) astrónomos aficionados la encuentran en su lugar de observación, detrás de una montaña, al amanecer.
Hablé de este programa y de la foto con el Chilam Balam, que fue muy interesado porqué el mayista yucateco José Díaz Bolio escribió sobre el rayo verde, en relación con el jade maya.
Les doy aquí el articulo completo de el Chilam Balam:
Por qué el jade es una piedra preciosa para los mayas (29/12/2013)
Los mayas prehispánicos consideraron el jade una piedra preciosa, pero ¿a qué se debía esta apreciación? Un programa televisivo sobre el rayo verde solar, transmitido en Francia el 25 de diciembre pasado, da actualidad a un tema tocado por nuestro autor predilecto, que propone una explicación a la pregunta.
En unos párrafos en donde habla de la serpiente de cascabel como emblema de la luz, el mayista yucateco José Díaz Bolio (q. e. p. d.) habla del rayo verde y sugiere que podría deberse a este fenómeno que para los mayas "el jade y la turquesa eran piedras preciosas, ya que son verdes, símbolos de la regeneración".
En su obra Origen del arte maya, el estudioso trae a colación al Monolito de Tuxpan en cuyo vértice del ángulo hay un pequeño hueco circular en el cual habría estado montado originalmente un jade.
En su opinion, el monolito representa al Sol descendente, el ángulo representa el rayo solar y el jade (que apunta hacia arriba) "expresa el último rayo de luz solar, ya que contemplando la puesta del Sol en Yucatán y viendo cómo se hunde en el mar, el último resplandor es verde, por lo que se lo llama el rayo verde".
Fervientes adoradores del Sol, los mayas conocieron como nadie el astro rey y elaboraron un calendario para llevar la cuenta de su edad que no tiene fin, eterno para ellos, según este mismo autor. No es de extrañar que todo lo valioso lo fuera porque tiene relación con su dios.
En el programa de television de Patrick de Carolis, Raíces y alas (Des racines et des ailes), en France3TV, astrónomos aficionados fotografiaron la famosa luz verde detrás de una montaña, al amanecer, según reporta la maestra Nicole Genaille.
Se trata, dice, del macizo salvaje del Queyras (en los Alpes), arriba de Saint-Véran, una de las más altas poblaciones de Europa, en donde apasionados de astronomía escrutan las estrellas desde un observatorio consagrado hace mucho tiempo a las investigaciones científicas (CNRS) y que ahora está destinado a los aficionados.
El periodista del France3TV los filmó en su observatorio al amanecer, momento en que les gusta observar con cámaras la salida del Sol, para apreciar los diferentes colores de los rayos. Hay rayos azules, lo que es extraordinario pues sólo se puede ver en la montaña; hay rayos blancos, y amarillos después.
Sin embargo, a veces, muy raramente, puede verse el rayo verde, el primero, el más fugitivo. En el programa se mostró una fotografía en que se ve un halo elíptico de un verde intenso, con un centro pálido, aparecido a la cumbre de la montaña.
"Un instante mágico", dice la maestra, "fijado para siempre. Jules Verne habla de un 'verde de una extrema intensidad, como si hubiera sido pintado con esmeralda liquida': viendo la foto, me pareció exacto."
Había citado para mi amigo el Chilam Balam esa frase de Jules Verne, comparando el rayo verde con la esmeralda. Sin embargo, encontré después en el mismo libro esta otra bonita frase, comparandolo con el jade: "este incomparable color de jade liquido"...
Por qué el jade es una piedra preciosa para los mayas (29/12/2013)
Los mayas prehispánicos consideraron el jade una piedra preciosa, pero ¿a qué se debía esta apreciación? Un programa televisivo sobre el rayo verde solar, transmitido en Francia el 25 de diciembre pasado, da actualidad a un tema tocado por nuestro autor predilecto, que propone una explicación a la pregunta.
En unos párrafos en donde habla de la serpiente de cascabel como emblema de la luz, el mayista yucateco José Díaz Bolio (q. e. p. d.) habla del rayo verde y sugiere que podría deberse a este fenómeno que para los mayas "el jade y la turquesa eran piedras preciosas, ya que son verdes, símbolos de la regeneración".
En su obra Origen del arte maya, el estudioso trae a colación al Monolito de Tuxpan en cuyo vértice del ángulo hay un pequeño hueco circular en el cual habría estado montado originalmente un jade.
En su opinion, el monolito representa al Sol descendente, el ángulo representa el rayo solar y el jade (que apunta hacia arriba) "expresa el último rayo de luz solar, ya que contemplando la puesta del Sol en Yucatán y viendo cómo se hunde en el mar, el último resplandor es verde, por lo que se lo llama el rayo verde".
Fervientes adoradores del Sol, los mayas conocieron como nadie el astro rey y elaboraron un calendario para llevar la cuenta de su edad que no tiene fin, eterno para ellos, según este mismo autor. No es de extrañar que todo lo valioso lo fuera porque tiene relación con su dios.
En el programa de television de Patrick de Carolis, Raíces y alas (Des racines et des ailes), en France3TV, astrónomos aficionados fotografiaron la famosa luz verde detrás de una montaña, al amanecer, según reporta la maestra Nicole Genaille.
Se trata, dice, del macizo salvaje del Queyras (en los Alpes), arriba de Saint-Véran, una de las más altas poblaciones de Europa, en donde apasionados de astronomía escrutan las estrellas desde un observatorio consagrado hace mucho tiempo a las investigaciones científicas (CNRS) y que ahora está destinado a los aficionados.
El periodista del France3TV los filmó en su observatorio al amanecer, momento en que les gusta observar con cámaras la salida del Sol, para apreciar los diferentes colores de los rayos. Hay rayos azules, lo que es extraordinario pues sólo se puede ver en la montaña; hay rayos blancos, y amarillos después.
Sin embargo, a veces, muy raramente, puede verse el rayo verde, el primero, el más fugitivo. En el programa se mostró una fotografía en que se ve un halo elíptico de un verde intenso, con un centro pálido, aparecido a la cumbre de la montaña.
"Un instante mágico", dice la maestra, "fijado para siempre. Jules Verne habla de un 'verde de una extrema intensidad, como si hubiera sido pintado con esmeralda liquida': viendo la foto, me pareció exacto."
Había citado para mi amigo el Chilam Balam esa frase de Jules Verne, comparando el rayo verde con la esmeralda. Sin embargo, encontré después en el mismo libro esta otra bonita frase, comparandolo con el jade: "este incomparable color de jade liquido"...
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